lunes, 29 de septiembre de 2008

Jonathan el cajero

Voy al Banco Comafi a sacar plata por caja. La cola es relativamente corta. Bien ahí. Si termino la movida en diez minutos tengo tiempo para comer tranquila antes de volver al trabajo. Incluso me queda tiempo tmb para comprarme un capuchino congelado en el mc café. Hay dos empleados en las cajas. Un chabón y una mina. La mina tiene cara de ojete y la peor de las ondas. Se dedica a maltratar clientes, primero a un tipo y después a una vieja que no entiende algo en el extracto de la tarjeta de crédito. Quiero que me toque el chabón. La cajera malaonda le dice a su compañero ¨Jonathan, me voy a almorzar¨. Por un lado me alegro porque me salvo de un posible maltrato, pero por otro que haya un sólo cajero significa que voy a tardar más. El tipo que está adelante mío no sé qué operación insufrible hace pero tarda como 20 minutos. Mentalmente tacho el capuchino que me iba a comprar en el mc café. Por fin me toca a mí. Le digo al cajero que quiero retirar 2000 pesos. Me pide identificación. Le paso la cédula y la boleta de extracción. Empieza a teclear. Teclea mucho. Mira la pantalla y teclea. Taca taca taca. Mira la pantalla, aprieta muchas más teclas. Taca taca taca taca taca taca. Teclado, pantalla, teclado, pantalla, taca taca taca. Mira la pantalla, mira el teclado, pasan los minutos, sigue taca taca taca taca. Le pregunto si pasa algo. Me dice que no. Sigue taca taca, mira la pantalla, taca taca taca. Teclea muchísimo. No entiendo por qué teclea tanto. Me empiezo a calentar. Siguen pasando los minutos y creo que ya no me va a quedar ni tiempo para comer. Le pregunto ¨todo bien?¨. Me dice que sí y me pide que tome asiento,que ya me va a llamar. Le digo ¨pero pasa algo?¨. Me dice que no, que tiene que hacer una verificación de mi firma porque no está en sistema. Me siento a esperar pero estoy re calenchu, y me empiezo a paranoiquear, pienso que Jonathan es un entregador y que le está avisando a un chorro para que me afane cuando salga. Me recontra caliento. Jonathan me hace esperar como diez minutos y después me llama y me da la guita. Le quiero decir ¨Jonathan, por tu culpa me quedé sin comer y creo que sos un entregador¨. Me voy en bondi con las 2 lucas, a lo macha, me compro tres empanadasy un marroc y me los como en el escritorio.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Pizza sin queso

Vamos todos a comer al Cuartito. Somos un montón. Algunos nos conocemos desde hace tiempo y otros son conocidos o amigos de amigos. Pedimos coca, cerveza y moscato para tomar y nos ponemos de acuerdo rápido en la elección de las pizzas: una de muzzarella y otra mitad provolone, mitad ananá con huevo. Una que es amiga de una amiga le dice al mozo: ¨Tenés pizza sin queso?¨ El mozo le sugiere que coma fugazza, que viene con cebolla sin queso, pero ella le dice ¨No, la cebolla no me gusta¨y ¨Quiero pizza sin queso¨. Nos mira a todos y nos dice ¨No puedo comer queso. NO PUE-DO¨. Pienso que capaz tiene alguna enfermedad, tipo hipertensión o que no puede comer lácteos y me da lástima. Le pregunto en voz baja al de al lado mío que la conoce por qué no puede comer queso. Me dice que porque no le gusta, que es ¨re-complicada para comer, casi no le gusta nada¨. OK, no le gusta, todo bien. Alguien le sugiere que coma empanadas, pero ella se elige una de carne y muestra empecinamiento en comer pizza sin queso. El mozo se quiere ir a la mierda, tiene mil mesas para atender y esta rompebolas da vueltas y vueltas. Le ofrece una porción de anchoas pero sin las anchoas. O sea, masa más salsa de tomate menos anchoas = pizza sin queso. A ella le parece genial y le pide dos de esas + la empanada de carne. Todo solucionado. Nos traen la comida. La señorita en cuestión mira su plato con las dos porciones que pidió y dice ¨Pero este tipo me está carrrrrgando? Esto es masa con salsa de tomate, ¿cómo voy a comer masa con salsa de tomate?¨. Uno de la mesa le dice ¨Pero eso es lo que pediste¨. Se pone medio histérica ¨No, yo no pedí esto, yo pedí una porción de pizza sin queso¨. Sigue mirando con descreimiento las porciones, como si el mozo le hubiera traído un guiso de mondongo en vez de pizza. Señala el plato y dice ¨Pero cómo voy a comer essssto?¨. Nos mira boquiabierta, con cara de tarada, abre mucho mucho los ojos, agarra el plato, lo zarandea y lo muestra, repite ¨Esto es masa con salsa de tomate¨. Yo ya me empiezo a indignar. Le digo ¨Eso es lo que vos pediste¨, y además quiero agregar ¨Comé de una vez y callate¨, pero no le digo nada. Me mira y tiene los ojos con muchísimo rímel, onda costras de rímel en cada pelo de cada pestaña, un pegote de rímel impresionante, me quedo hipnotizada. Después sigue con la escenita, muy egocéntrica, ¨¿Pero cómo voy a comer estooo?¨. Uffff me hartó, pienso que le quiero abrir la boca y mandarle las dos porciones de pizza juntas para que se calle. Esta mina está haciendo un mundo de dos porciones de pizza. Llama al mozo y pienso que si le dice algo para llevarle la contra la cacheteo, pero se rescata y le pide que le ponga jamón encima. Se las trae con el jamón y ella come analizando minuciosamente la salsa de tomate de cada bocado que corta.